El "Factor Dios"

El “Factor Dios”

Difícilmente transcurre una noche sin que mi esposa y yo oremos por el mundo Musulmán, y más por Irán. Estamos de acuerdo en oración con millones de otros cristianos alrededor del mundo.

Estoy seguro de que todo el mundo sabe que el mundo se está moviendo hacia un momento crucial en el tiempo. Los líderes iraníes van agresivamente en pos de armas nucleares mientras simultáneamente se comprometen a destruir a Israel. Israel, por el otro lado, se ha jurado que Irán no obtenga armas nucleares. Israel, por su parte, se ha jurado que Irán no obtenga armas nucleares. El mundo que observa ha incrementado sus paralizantes sanciones contra Irán, pero fue en vano. Parece inevitable que estas dos naciones se reunirán en una guerra que dejará pocos sobrevivientes.

Estados Unidos de Norteamérica, por su parte, se ha comprometido a apoyar a Israel. El mundo musulmán sabe que los Estados Unidos (y sus aliados europeos) están debilitados económicamente y cansados de la guerra, sin embargo, los EE.UU. están decididos a enfrentarse militarmente a Irán si las sanciones no detienen las ambiciones de Irán.

Aunque el escenario se está preparando para un conflicto masivo, no creo que esta temida confrontación sea inevitable. Permítame explicarme: el Islam se divide en dos grandes sectas. Aproximadamente el 80% del mundo musulmán es sunita, y el resto en su mayoría chiitas y algunas sectas más pequeñas. Estos dos grandes grupos han coexistido, pero se tienen un odio histórico y desconfían unos de otros.

Irán es parte de la secta Chiíta, más pequeña. Por lo tanto, la determinación de Irán de desarrollar armas nucleares no es sólo una amenaza para Israel, sino una inaceptable ventaja que amenaza a la mayoría del mundo Suní. Un Irán nuclear tiene el potencial, no sólo para iniciar una guerra catastrófica con Israel, sino que fácilmente podría extender el caos y el conflicto en todo el mundo musulmán y más allá.

Sin embargo, siempre hay un tercer componente para determinar el futuro, y es el "factor Dios". El hecho es que en los últimos años el cristianismo ha experimentado un crecimiento explosivo en Irán. Hace poco conocí por correo electrónico a una notable mujer iraní. Nasrin nació siendo musulmán en Irán, sin embargo, se encontró con Cristo a través de sueños y visiones sobrenaturales de Jesús, que la llevaron a estudiar la Palabra de Dios. Ahora ella vive en los EE.UU. En un reciente correo electrónico, dijo,

Dios está obrando en Irán de una manera poderosa. Antes de la revolución islámica de 1979, había aproximadamente 500 conversos conocidos en Irán. Sin embargo, muchos de los líderes misioneros de hoy en día creen que ahora cerca de un millón de convertidos iraníes sirven a Cristo en escondidas iglesias en casas El Señor está exponiendo a la gente en Irán el lado oscuro del Islam y Jesús se revela a través de visiones y sueños. La gente en Irán ha llegado a asociar al Islam con el odio y la guerra, y están abriendo sus corazones al Príncipe de la Paz.

Su testimonio da una idea de una de las razones por la cual Irán ha estado arrestando a los cristianos, especialmente a pastores, ya que tratan de frenar el rápido crecimiento de la iglesia en Irán.

Además, tuve otra experiencia con un iraní que iba sentado a mi lado en un vuelo a Atlanta. Mientras pasaba hacia el apretado asiento del medio, puso un gran libro en el bolsillo del asiento delante de él. Pensé que el libro era el Corán, así que empecé a hablar con él sobre el Islam. Él me interrumpió y dijo: "No se trata de un ejemplar del Corán, es la Biblia. Yo soy iraní. Muchos de mis correligionarios musulmanes se han convertido en cristianos. Yo también estoy interesado en aprender acerca de Jesús."

Dios está haciendo algo en Irán. Esta es la iniciativa de Dios que me da esperanza de que la opción militar no sea necesaria. Por lo tanto, me dirijo a ustedes como personas de oración, fe y visión: intercesores de todo el mundo ¡unámonos en oración por Irán! El enfoque de nuestra intercesión debe ser el mundo musulmán en general, pero en particular por los líderes de Irán. Oremos asimismo fervientemente por la iglesia en Irán, y también Israel.

¿Podemos atrevernos a esperar tales irrumpimientos? Por supuesto. No fue hace mucho tiempo atrás cuando la Unión Soviética se derrumbó delante de nuestros ojos. Desde su caída más personas han venido a Cristo en todo el mundo que la suma de todas las conversiones antes de su desaparición. Estamos cerca de los tiempos del juicio, pero no estamos todavía allí. El Espíritu Santo todavía no se ha derramado sobre TODAS las naciones (Hechos 2), ¡y esto incluye al mundo musulmán!

Yo creo que una gran cosecha va a ocurrir en el mundo musulmán. La primera etapa de un derramamiento es el despertar de la intercesión en el pueblo de Dios. De hecho, supliquemos al Señor de la mies que envíe obreros a este campo de cosecha, y más allá a todo el mundo islámico. Que nosotros, como seguidores de Jesucristo, no olvidemos nunca el factor Dios cuando oramos por el futuro.

Tomado de: Ministerios Francis Frangipane

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