Esta es otra de las maravillosas promesas de Dios para nosotros, pero lástima que no hemos todavía aprendido o entendido lo que Dios nos ha querido decir y lo que nos espera, si realmente le creemos, y hacemos lo que él nos indica.
Y cuando estamos en problemas, lo que decimos es : Pero qué he hecho para merecer esto o aquello ? Mas bien deberíamos reconocer que no hemos hecho lo necesario ni lo que Dios nos ha exhortado a que hagamos, veamos lo que él mismo nos enseña poniendo como ejemplo a un gran siervo suyo JOSUE:
JOSUE
1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
1;8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces HARAS PROSPERAR TU CAMINO, Y TODO TE SALDRA BIEN.
1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; NO TEMAS ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
REFLEXION:
Hoy meditaremos sobre la Prosperidad y Bendición: Esta es una promesa de Dios para nosotros, pero si no la vemos realizada, no es por culpa de Dios ni de ninguna persona, sólo es nuestra, por habernos apartado de la palabra de Dios y no cumplirla. Muchas personas con dificultades, sólo se dedican a echarle la culpa a los demás e incluso a Dios, por lo que les acontece, pero no se detienen a mirar lo que han hecho con su vida y las consecuencias de nuestra desobediencia, y tampoco se proponen a enderezar sus caminos, a esforzarse y ser valiente, empezando con reconocer sus propias fallas , pedir perdón a Dios y sus semejantes (Humillarse) y actuar conforme a la palabra. Si este es tu caso, te invito a que le pidamos perdón a Dios primero y a las personas que has culpado de tu desgracia, y propongámonos a ser valientes a cambiar nuestra forma de ver las cosas.
Padre en el nombre de Jesús, te pedimos perdón por nuestra intransigencia, ayúdanos a reconocer nuestras fallas, a esforzarnos y ser valientes, para alcanzar las promesas que has dado para los que te siguen y obedecen, Gracias por tus promesas que son si y amén para los que creemos.
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