Nueva York, 8 de marzo de 2013 – Científicos de Estados Unidos, Irlanda y Chile se reunieron en Nueva York esta semana discutiendo evidencia científica reciente respecto al aborto como forma de violencia creciente contra mujeres y niñas. En efecto, la práctica indiscriminada de aborto está correlacionada de modo significativo con coerción, historia de abuso sexual, violencia durante el embarazo, violencia en la pareja y con secuelas sicológicas que pueden culminar en suicidio.
La evidencia científica fue discutida por los doctores Monique Chireau (Carolina del Norte, Estados Unidos), Donna Harrison (Illinois, Estados Unidos), Eoghan de Faoite (Dublin, Irlanda) y Elard Koch (Concepción, Chile). La reunión “Políticas públicas para reducir la mortalidad materna, un enfoque holístico sobre salud materna” se llevó a cabo en paralelo a la Sesión 57 de la Comisión de Estatus de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas, cuyo tema prioritario es la “eliminación y prevención de todo tipo de violencia contra mujeres y niñas”, actividad que se extenderá hasta el 15 de marzo.
Los científicos discutieron diferentes estudios epidemiológicos mostrando que:
- Una proporción significativa y creciente de abortos inducidos ocurre por coerción de la propia pareja sobre la mujer embarazada.
- La historia de abuso sexual y violencia es un factor de riesgo para el aborto y problemas de salud mental posteriores
- Existe una correlación significativa entre el aumento en el número de abortos y un aumento en la tasa de homicidios contra mujeres sobre aquella contra hombres.
- Hay una importante correlación entre el aumento de abortos y la tasa de suicidios de mujeres en edad reproductiva.
- Los países con leyes menos permisivas de aborto como Irlanda y Chile presentan tasas más bajas de aborto que países con leyes de aborto más permisivas.
El Dr. Koch, quien es director del Instituto MELISA, presentó estudios colaborativos internacionales publicados recientemente, los cuales sitúan a Chile, uno de los países con las leyes de aborto menos permisivas en el mundo, con la más baja tasa de mortalidad materna en América Latina. Políticas públicas que aseguran mayor educación de la mujer, atención profesional universal del parto y un acceso oportuno a unidades obstétricas de emergencia serían factores clave para la reducción de mortalidad materna y no el estatus legal del aborto. Dicha evidencia fue concordante con la presentada por el Dr. De Faoite, quien mostró evidencia que posiciona a Irlanda entre los países con más baja mortalidad materna de Europa sin necesidad de modificar su actual legislación respecto al aborto. Por su parte, la Dra. Chireau mostró evidencia contundente relacionada con los nuevos tratamientos para mujeres embarazadas con cáncer, los cuales son exitosos en salvaguardar la vida de la madre como la del hijo o hija en la etapa de gestación. Finalmente, la Dra. Harrison expuso los peligros relacionados con las complicaciones post-aborto médico con químicos como misoprostol, los cuales se exacerban en países en vías de desarrollo al no poseer éstos suficiente cobertura hospitalaria de emergencia.
En la apertura de estas sesiones y con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, enfatizó que “existe una sola verdad universal, aplicable a todos los países, culturas y comunidades: la violencia contra la mujer nunca es aceptable, nunca es excusable, nunca es tolerable”. En este contexto, los científicos expresaron su preocupación frente la alarmante expansión del aborto como una forma de violencia contra la mujer en el mundo, algo que no debería pasar inadvertido para ninguna nación respetuosa de los derechos humanos fundamentales.
Para más información sobre este tema o para solicitar una entrevista con el Dr. Elard Koch, por favor contacte a Lea Parks, de la Oficina de Relaciones Públicas del Instituto MELISA, a lea.parks@melisainstitute.com o al +56 41 234 5814
También puede visitar www.melisainstitute.com
MELISA Institute