NO FUI REBELDE A LA VISION CELESTIAL

REBELDE: Se dice de una persona que es difícil de educar, dirigir o controlar porque no obedece a los que se le manda u ordena , resiste a la autoridad ,no comparece después de un llamado legal o divino, y que se levanta contra la autoridad por falta de una obediencia debida, sublevándose contra algo o alguien. En esta palabra, el Espíritu Santo nos revela la vida del apóstol Pablo después de su conversión a Cristo y su palabra, y esta debe ser la actitud de todo cristiano consagrado a Dios. Veamos:

HECHOS: La vida de Pablo después de convertido

26:19 Por lo cual, oh rey Agripa, NO FUI REBELDE A LA VISION CELESTIAL. 20. Sino que anuncie primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento (Es una verdadera relación con Dios dando frutos de santidad; no somos salvos por nuestras obras, pero la salvación por gracia cambia nuestras vidas) 21. Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. 

22. Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio (Evidencia, confirmando, confesando, hablando bien, declarando y dando testificando el evangelio) a pequeños y grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que había de suceder. 

PROMESAS:

Si nosotros no nos volvemos REBELDES a la palabra de Dios, vamos llegar a arrepentirnos verdaderamente dando frutos dignos de arrepentimiento y alcanzaremos nuestra salvación.

REFLEXION:

Esta palabra es una de las más importantes de aplicar para un cristiano, no siendo rebeldes a la palabra de Dios, pues si lo somos, vamos a correr el riesgo de pecar contra Dios y perder nuestra salvación, por no tener un verdadero arrepentimiento.

OREMOS:

Padre te bendecimos, te damos gracias, por tu palabra y el ejemplo que nos das, usando al apóstol Pablo en su ministerio, para que lo imitemos así como lo hacemos con tu Hijo amado, te encomendamos nuestros seres queridos, familias en el nombre de Jesús, para tu gloria y honra. Amén.