LA COPA QUE EL PADRE ME HA DADO, NO LA HE DE BEBER?

INTRODUCCION:
LA COPA que el Padre me ha dado, se refiere a la Misión que El Padre encomendó a JESUCRISTO su Hijo, para la Salvación nuestra; JESUS sabía perfectamente que tenía que morir, padecer , derramar su sangre, ser sepultado para luego ser resucitado y llevado a la Gloria del Padre; El vino con un propósito bien definido, e importante, el cual era nuestra redención y rescate de las manos del enemigo que nos tenía atados al pecado y por ende a la muerte eterna, El vino a salvar lo que se había perdído , a quitar el pecado del mundo, para llevarnos a Dios Padre, quien no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, lo hizo pecado para pagar por los pecados de toda la humanidad, y fue ofrecido una vez para llevar los pecado de muchos.
En este pasaje de la Escritura, JESUS nuestro Maestro y Redentor, nos demuestra una vez más, que a El no lo detenía nadie, para cumplir lo que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, habían acordado para nuestra salavación, y asi como El lo hizo, también quiere que nosotros lo sigamos a El, para obtener esa redención tan anhelada, El quiere que bebamos de la copa de El, para hacernos merecederos de su gracia, poder, y gloria, pues todo en la vida tiene un precio, asi como JESUS pagó ese precio tan alto por nosotros, debemos estar dispuestos a pagar los precios necesarios para obtener esa salvación y luego la Gloria; pero nosotros tenemos la mala costumbre de querer todo gratis, sin que nos cueste nada, concepto que tenemos que cambiar, para obtener las bendiciones de Dios. Veamos: 
MATEO : Jesús prefirió hacer la voluntad del Padre.
26:39  Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mi esta COPA; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
LUCAS: El vino a salvar lo que se había perdido.
19:10  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.  
JUAN : Jesús es arrestado.
18:4  Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: A quién buscáis ? 5- Le respondieron: A Jesús nazarareno, Jesús les dijo: YO SOY. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. 6- Cuando les dijo: Yo Soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. 10- Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11- Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina, LA COPA QUE EL PADRE ME HA DADO, NO LA HE DE BEBER ?
ROMANOS 8: El Padre no escatimó ni a su propio Hijo.
32- El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, Cómo no nos dará también con El todas las cosas ?
HEBREOS :
9:28 Asi también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado,para salvar a los que le esperan.
12:3- Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra si mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
PROMESAS:
Cuando nosotros entendemos el sacrificio de Jesús en el calvario, y sabemos que era necesario que El padeciese por nuestros pecados, para que el Padre, lo levantará en representación de toda la raza humana, y así derrotar a la muerte y al pecado, entonces comprendemos que todo esto redundará para que nosotros también seamos levantados y llevados a la Gloria del Padre en el cielo, por tanto no podemos desmayar, sino tomar la cruz de Cristo y beber de la copa, porque sabemos que ya tenemos la VICTORIA y que vamos a ir a su presencia por siempre.
REFLEXION:
Estamos bebiendo de la Copa, que el Padre nos ha dado, haciendo su voluntad y no la nuestra ?
Es bien importante hemanos entender esta verdad, debemos mirar a JESUS y seguir sus ordenanzas, para que obengamos su Victoria y las bendiciones que El ya consiguió para nosotros, si no lo hacemos , no valoramos lo que El ha hecho por nosotros; hoy es el día de pedirle perdón a Dios, si no hacemos su voluntad, sino la nuestra, y que nos hemos apartado de su gracia.
OREMOS :
Padre que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, hágase tu voluntad como en el cielo, asi también en la tierra, perdona nuestros pecados, porque tuya es la gloria y el poder por los siglos de los siglos, ayúdanos por favor a hacer tu voluntad y no la nuestra, a beber de esa copa que nos has ordenado, para ir a tu gloria, te encomendamos nuestros hijos, familias e iglesias en el nombre de Jesús. Amén.

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